martes, 27 de mayo de 2014

Autoevaluación y Reflexión Educativa

Autoevaluación

1.      Lo aprendido: [5].

2.      Las relaciones que he hecho con los temas tratados: [5].

3.      La capacidad crítica que he adquirido respecto a los temas que antes me pasaban desapercibidos: [5].

4.      La reelaboración de los temas tratados: [5].

5.      La incorporación de lo aprendido en mi vida personal: [5].

6.      Las reflexiones personales a partir de los temas tratados en clase: [5].

7.      Mi nivel de satisfacción con el trabajo realizado: [5].

8.      Mi implicación: [5].

9.      Mi participación en clase: [5].

10.  Mi percepción de funciones novedosas de las herramientas TIC más allá de lo evidente, así como para reinventarles usos: [5].

11.  Mi percepción de las TIC como herramientas para construir conocimiento y ponerlas en relación con lo emotivo, la memoria y el territorio: [5].

De lo que se desprende que la nota que creo que me toca es: [5].


Reflexión educativa
Enero de 2014. Nueva aventura en mi vida. Algo que he dejado pasar durante muchos años, algo que ya necesitaba en mi vida profesional, algo para ser alguien en la vida virtual. Desde mis años de  colegio en el que nos enseñaron algo de una herramienta que creo se llamaba MS2 y Basic con unas mini computadoras “espectrum” con teclas azules de goma, no había vuelto prácticamente a tocar la informática. No quiero decir con esto que fuera una de esas personas hundidas en el pasado sin una computadora en casa. No, yo tenía mi equipo, un 486 que me dejaba ver el correo y algunas cosillas de interés. Siempre decía para mí que el tema informático lo dejaba para mi mujer, que con solo cinco años menos que yo, domina la era informática.
Nos presentan esta nueva asignatura que se llama Tecnologías de la información y la comunicación  para la sociedad digital (en adelante TIC) con un glosario y un argot absolutamente desconocido, gamificación,  geolocalización, realidad aumentada etc.;
No sé muy bien de qué hablan o mejor dicho no se absolutamente nada, siquiera sabía que la asignatura era informática. Los comienzos no son buenos, los compañeros que son todos jovenes de  entre 18 y 20 años, corren que se las pelan. Mientras yo apenas he escrito mi nombre con mi mecanografía machacona a dos dedos, ellos ya han conseguido abrir un blog , una cuenta en twiter y realizado un mapa conceptual. Ya en clase, la profesora requiere la realización de grupos de trabajo, grupos corporativos y colaborativos para realizar una seria de actividades informáticas en grupo. La primera incursión, no puede ser más desalentadora; todo incluso los de mi grupo, corren mucho, abren y cierran páginas escriben, leen, ven un vídeo, y suben archivos mientras yo ojiplático no quito la vista de la pantalla a ver si soy capaz de aprender algo. En un momento dado, me dice un compañero, “ahora tu Pablo”. Cojo el ratón dispuesto a no sé qué , pero no dura más de un minuto en mi mano, porque tras ver mi destreza informática mis compañeros deciden quitarme de en medio. Soy un estorbo en un grupo tan dinámico como este, pienso yo.  ¿Qué hago?
En TIC tenemos dos profesores, Sergio los Jueves y Sole los  viernes. Son dos grandes profesionales.
 Recuerdo que uno de los primeros días, Sergio sin conocer mi penosa situación, objetó algo como “espero que no haya ningún cateto que ponga la página a la que quiere acceder en la ventana del buscador”. Ahí me vi yo, ese cateto era yo y salte. Salté porque me sentía solo y desamparado, salte porque venimos de estudiar Educación Inclusiva y a mí me estaban excluyendo. Pero de repente Sergio se acercó y se disculpó. Me ofreció entonces su ayuda. El resultado de la conversación fue que siguiendo sus consejos, me apunté a un curso de informática y me he comprado un nuevo equipo con Windows  7. A pesar del curso, las clases de los jueves seguían siendo un mundo inalcanzable (por el momento).

Con Sole fue mejor. Consciente de mi marginación tecnológica y de que era un lastre para cualquier grupo de trabajo, tomamos la decisión de afrontar mi grupo conmigo mismo, es decir hacer un grupo donde esté yo solo y así a mi ritmo ir aprendiendo.
Y vaya que si he aprendido. A día de hoy, escribo a mucha velocidad, manejo varios programas del paquete oficce como el Word (hasta entonces usaba uno llamado Worperfect 98), el Acces, Excel y Power Point, programas de edición fotográfica como el Phtoshop, programas de edición de videos como Movie  Maker (con el que he editado un video para otra asignatura de una hora de duración en el que me han puesto un 9)etc. Además se hacer un Blog, una mapa conceptual, un mural, ver y recibir correos de la universidad a través de la plataforma moodle y sigma,  tengo una cuenta en Twiter y otra en Facebook.  Estoy seguro, querido lector, que ahora mismo tu semblante dibuja una sonrisa y tienes las cejas levantadas. También estoy seguro que estás pensando en que todo esto que he aprendido, tú ya te lo sabes y que es una tontería. Pues tienes razón, pero la tontería fue no haberlo aprendido antes.  Ahora me doy cuenta de que esta realidad informática es el futuro y que son herramientas necesarias. Yo sabía que algún día tendría que usarlas, pero no encontraba la utilidad que me hiciera tomar la decisión de aplicarme al tema. Ayer he hecho por primera vez en 42 años, una partitura con un programa de música y no veas que gozada. Se acabó el lápiz, la goma y el papel pautado porque además es que el programa te reproduce la partitura por los altavoces. ¡Increíble!.


Es probable estimados profesores, que penséis que no he cumplido los objetivos del curso, y probablemente tengáis razón, porque aun me falta mucho, pero partiendo de mi base, yo estoy orgulloso y me gustaría que vosotros dos también lo estuvierais. Debo daros las gracias porque he salido de la ignorancia informática, ¡por fin he salido de las cavernas!  Desde aquí deciros que ha comenzado una nueva etapa en mi vida y que no voy a parar hasta que domine mi nuevo espectrum o moriré en el intento.

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